Cuando me dieron la noticia que nos íbamos a mudar, me sentí mal y bien al mismo tiempo.
Iba a dejar mis amigos, y el lugar en el cual había vivido toda mi vida. Iba a tener que limpiar bien mi casa por última vez e iba a tener que cambiarme de colegio.
Sin embargo, iba a poder empezar de nuevo, oportunidad que no todos tiene. Iba a poder hacer cosas que no hacia antes porque estaban "marcadas" o porque tenia miedo a las opiniones de mi cambio.
¿Por qué el miedo al cambio? No lo sabía.
Otra cosa buena, es que iba a poder estar en el colegio sin que esperaran que me saque las mejores notas. Eso iba a ser un gran alivio.
Me guardé la noticia unos días antes de comunicarla a mis amigos, pensaba no decirles nada y empezar completamente de nuevo. Esa era la decisión que quería tomar, irme sin decir nada. Pero no podía hacerlo, los iba a extrañar.
El día que decidí decirles, tenía miedo de llorar. No quería parecer muy sentimental pero tampoco quería parecer un "sin sentimientos"
No sabia si decirlo al frente del salón o decirlo sólo a algunos, aunque no quería lo segundo para que los otros no se resintieran. Lo último que quería era irme con alguien con un resentimiento contra mi.
"Se preguntarán que hago acá al frente, bueno…les tengo una noticia que prefiero la escuchen todos al mismo tiempo: el próximo año no voy a estar en este colegio, ni en esta ciudad...me voy este fin de semana. Les quería decir a todos gracias, gracias por todo y ya les estaré enviando una postal." Lo último que dije fue para terminar en tono de broma y cortar el momento incómodo.
Estuve hablando con mis amigos sobre los detalles de mi partida. Me despedí de ellos con la promesa de volver algún día.
Estaba seguro de que no me iba a afectar porque ni que fuera algo tan difícil de superar…solo me iba a cambiar de ciudad e iba a dejar de ver a todos mis amigos con los que había crecido…no había entendido que si sentía miedo de tan solo perder un amigo (de los pocos que tenía) iba a ser mucho peor el no tenerlos.
La compresión que había tenido al escuchar a mis padres la decisión, que habían tomado sin consultarnos a nosotros los hijos, se desvaneció y empecé a maldecir y maldecir mientras me llenaba de impotencia. ¿Por qué nos tenemos que ir si acá estamos bien? ¿Por qué nos tenemos que ir justo ahora, no podemos irnos a fin de año? ¿Por qué a mí? ¿Por qué, por qué y por qué…?
Sin darme cuenta mis ojos empezaron a humedecerse por la rabia y la planta de mi zapato empezó a aparecer en las paredes. Lamenté haber pateado la pared porque luego tuve que limpiarlas.
Resignado me tiré en mi cara boca abajo. No quería dormir porque eso significaba que me iba a despertar y que se iba a iniciar un nuevo día, es decía, iba a tener un día menos con ellos, mis pocos amigos.
Esa noche me demoré en dormir. Mi memoria hizo exactamente lo que no quería que hiciera: recordar. Y es que es así, siempre cuando tratamos de evitar algo con la mente se nos viene más. Por eso esa canción que tanto odíaba se me llegó a pegar, y la llegué a tararear. Esa canción fue la que tanto le gustaba a todos en el salón, y fue por ella que hablé por primera vez con Carolina.
- Dejen de cantar esa canción por favor – le dije – es horrible.
-¿Qué? – me respondió – Nada que ver, esa canción es lo máximo.
-Será todo lo que quieras, pero no la cantes.
-Aún no me respondes… la la la la – cantó al ritmo de la referida canción
-¿Sabes qué? – le dije luego de pensar un poco mi respuesta – cántala más fuerte. Quiero que la cantes para mí por favor.
Luego de pedirle que la siga cantando lo dejó de hacer. La había puesto en una posición incómoda frente a los demás. A partir de ese día empecé a hablar más con ella.
Antes de quedarme dormido, pude recordar el día en que tuvimos el examen final de matemática y me olvidé mi calculadora. No podía hacer ni la mitad del examen la calculadora, llegué a tal extremo de desesperación que estuve a punto de entregar mi examen sin resolver la mitad de este.
-Toma la mía por mientras – me dijo – termina tu examen y de ahí me la pasas, de todas maneras no sé muy bien el tema y ni con calculadora podré sacar una buena nota.
No le agradecí porque vi que la profesora había volteado a ver de donde provenía la voz que perturbaba el silencio del aula. Luego del examen, por diversos acontecimientos, no le pude agradecer profundamente su ayuda.
El sonido del despertador, el que no sonaría mi primer día en el nuevo colegio, me despertó esa noche. Mi hermano lo había utilizado la noche anterior por razones que no recordaba pero se había olvidado (no me quiso gastar una broma) y no lo puso a mi hora habitual. Eran las 3:47am y yo estaba despierto en mi cama nuevamente.
Santiago, me había llamado mi tutora, he recibido un reporte de algunos profesores y he podido ver que has bajado tus notas …¿pasa algo?
No le pude decir nada. Cómo le iba a decir que simplemente se me habían quitado las ganas de estudíar, las ganas de leer, las ganas de hacer cualquiera cosa. Era a lo que yo llamaba “flojera de fin de año” pero que no era más que una manera de expresar lo mal que me sentía.
Yo quería ir a la reunión de fin de año, pero no se los dije a mis padres. El viaje estaba programado para el día siguiente del que terminaba mis clases. Casí no iba a tener tiempo de empacar. Aparte de tener poco tiempo, el clima no ayudaba mucho. Aunque esperé a la noche para empacar con más ganas, el calor hizo lo mismo: me atacó con más ganas en la noche, o al menos eso fue lo que sentí.
Luego de una última cena en familiar, subí a mi cuarto y me dormí en mi colchón (las camas ha estaban desarmadas) siendo esa la última vez que dormía en el cuarto en que escondí mi examen reprobado de matemática.
tears
miércoles, 15 de agosto de 2007
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2 comentarios:
ay no entendii, que tiene que ver? esto fue antes de mudarse? me perdi =S
y qe habia pasado con maria? quiero saber
otra cosa, cuando me dijiste que la historia no era veridica, pero que tenia cosas personales que te habian pasado.. vos por casualidad te tuviste que mudar y cambiar de colegio? porque yo me voy a cambiar esta semana y si tenes algun consejo que me ayude, porque te soy sincera, tengo miedo. pero como decis esta bueno que no sepan nada de vos y empezar de cero.
es una pequeña retropectiva (esa es la palabra? =S )
algo como lost (no se si veras)
me tuve que cambiar de pais y cambiar de colegio! ^^
claro que era chiquito y no sufri tanto el cambio ...
pero he sufrido cambios de etapas ...como una vez cuando tuve que dejar de juntarme con un grupo de gente en mi salon ...te lo contare por msn algun dia
lo malo de mis consejos ..es que son largos xD :
se tu mismo, no aparentes ser alguien que no eres, porque puedes hacer feliz a los demás pero no a ti
de ahi, tienes que tener en cuenta que en este mundo hay muchos tipos de personas ...como "f" e "i" ...son 2 tipos diferentes ...conoce bien a la gente antes de darles la confianza de contarles todo ..
me tengo que ir .. T_T
de ahi sigo escribiendo
buena suerte! =D
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