Muy pocos saben lo duro que es mudarse a una ciudad lejana, dejar a tus amigos, dejar algunas de tus costumbres, cambiar de casa…pero lo que a mi más me afectó fue el cambio de colegio.
Las mudanzas en verano son más trabajosas. El sol multiplica tu esfuerzo y disminuye tu descanso.
Una de las cosas que son buenas y malas al mismo tiempo de una mudanza es encontrar recuerdos. Ese día encontré los regalos que me había dado una chica, con la que tuve una problemática relación. Hallé un osito que cogía un corazón que decía "te quiero mucho", ese osito fue en algunas ocasiones un "levantador de ánimo". Encontrarlo me produjo una nostalgia grande…me había olvidado que existía.
Otra de las cosas que encontré fue una carta suya. Me dio un poco de risa recordar que yo le escribir en hojas arrancadas de la mitad de mi cuaderno y le escribía con un solo color de lapicero (azul casi siempre) en cambio, ella usaba papel de colores, cortado, con stikers y lapiceros con olor.
Encontré cuadernos viejos, que estaban llenos de "tres-en-raya" en la parte de atrás. Siempre jugaba para distraerme un poco (a veces hasta jugaba solo)
Y así encontré muchas cosas más: desde monedas hasta ropa que daba por perdida o robada.
El último día en la casa, cenamos con mis papas y hermanos recordando algunos sucesos graciosos. No me gustó que recordaran mi resbalada el día de mi cumpleaños ...fue muy vergonzoso ...pero a mi también me dio risa.
Dormimos en colchones porque las camas ya estaban desarmadas y estaban listas para meterlas al camión al día siguiente.
Esa noche soñé que estaba en una casa de árbol, como la de las películas. Cuando me desperté quise dormir y soñar de nuevo pero no pude.
Cuando uno se muda siempre tiene una imagen de la casa según nos haya contado nuestros padres. Yo tenia una (casí de película) …una casa que sería perfecta para mi. Sin embargo, cuando fui por primera vez no se asemejaba mucho a mi imaginación, pero bastaba para ser feliz.
La ventana de mi cuarto daba a una pista y a unas casas, como la de casí todos ¿no? Lo primero que hice fue pensar donde poner mi cama. Tenía que tener en cuenta el lugar exacto para no caerme en las noches, que este cerca de las ventanas (y de la pita para abrir y cerrar las cortinas), tenia que tener espacio al costado izquierdo para mi velador y tenia que estar cerca a algún enchufe. Ese día me di cuenta que era medio maniático con eso.
Puse la bolsa con mi ropa en el piso, al costado de las cajas con mis cosas. Empecé a colgar algunas cosas en el ropero y busqué donde iba a poner mi escritorio. Me pasé toda la mañana y casi toda la tarde arreglando todo mi cuarto.
Cuando terminé con todo me tiré exhausto a mi cama y cerré los ojos. El dolor de la parte baja de mi espalda era terrible pero ya empezaba a disminuir.
Empecé a pensar en todas las cosas que dejaba atrás y las que podría encontrar a partir de ese día, pero el sueño me venció y por primera vez me quedaba dormido en mi nueva casa.
lunes, 30 de julio de 2007
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